Estimadas Señoras y Señores,

Iniciamos una vez más el curso masónico en la mayoría de las Logias de la Gran Logia de España – Grande Oriente Español. Es septiembre un mes muy especial porque muchos nuevos maestros son instalados en la Silla, y reconocerán las palabras, y tendrán por delante ese año intenso, ilusionante y espero que fructífero que muchos recordamos: el paso por nuestra veneratura. Todos, espero, hemos podido coger fuerzas durante el verano para lo que viene.

Porque a todos nos consta, por experiencia, que lo que viene es intenso: la elección de un nuevo Gran Maestro de la Gran Logia de España – Grande Oriente Español. Por mi parte, el proceso se inició el primero de septiembre mediante una carta que he enviado al Director del Gran Consejo Rector para que solicite al Gran Orador que convoque el Gran Cónclave que dará inicio, en primer lugar, a la convocatoria y presentación de candidaturas. Como sabéis, no me presentaré de nuevo a este cargo, que ha sido un honor desempeñar; pero será también un descanso dejarlo en hombros del Hermano que salga democráticamente elegido.

Me consta que hay varios hermanos que han manifestado ya su interés en presentarse al cargo, aunque las candidaturas aún no sean oficiales. Es una alegría saber que existen hermanos con el ánimo y con el interés necesarios para liderarnos. El de Gran Maestro, ahora puedo decirlo con conocimiento de causa, es un oficio de suma complejidad, que requiere fuerza, inteligencia y prudencia. Nada que no asombre a un masón que trabaja adecuadamente sus herramientas.

A este proceso que se abre le ruego tres cosas. En primer lugar, que sea un proceso amable y amistoso, fraternal y propositivo; que nadie se refugie en el argumento electoral para que afloren las descalificaciones o los agravios; que no haya ataques gratuitos, que son en sí la esencia de lo que no es la condición masónica. Este ruego es íntimo, y es muy personal hacia todos vosotros: que nadie, que ningún Hermano, experimente los espantajos verbales que un Gran Maestro en acto ha llegado a recibir.

En segundo lugar, que nuestras elecciones queden en nuestro ámbito. Bien sabéis todos que la ignorancia sobre la masonería ha llevado a medios de comunicación a expandir falsas noticias y condiciones sobre los miembros de la Gran Logia de España – Grande Oriente Español, en un episodio muy desafortunado de mi gran maestría y que causó inmensa desazón en muchos Hermanos. Se han retorcido nuestros documentos internos, se han utilizado para crear polémicas y para obtener audiencias digitales y televisivas. Como Gran Maestro que debe defender de continuo la honorabilidad de la Orden y de sus miembros, lamentaría profundamente ver algo así durante el proceso electoral.

Finalmente, confío en que todos vosotros Hermanos elijáis al mejor candidato posible de entre aquellos aptos para optar al oficio y que se presenten a las elecciones. No vienen tiempos fáciles para el mundo ni para la masonería. Pero incluso si los tiempos no fueran lo convulsos que aparentan, los retos son inmensos. De la modernización digital de la administración de nuestra Orden a la atracción de membresía joven, cuya comunicación está alejada de la que conocemos las personas de generaciones anteriores. De la rica diversidad cultural y lingüística de nuestras Provincias a nuestra respuesta a las nuevas realidades sociales que nos afectan como parte de la sociedad y que debemos trabajar: ¿qué respondemos a las modernas discusiones sobre ecología, transhumanismo, o incluso género? Un Gran Maestro fuerte, de mente clara y visión de futuro, abierto a la sociedad, dinámico y accesible, capaz de rodearse de un equipo intergeneracional y de múltiple visión, que afronte una tarea que, creedme, le sorprenderá en lo que no imagina, y que le desbordará con frecuencia, pero que, estoy seguro, sabrá resolver con ayuda de todos nosotros.

Mi colaboración, como no puede ser de otro modo, la tendrá desde el primer día.

Recibid un fuerte abrazo fraternal

 

MRH Txema Oleaga Zalvidea, GM de la GLE