Estimadas Señoras y Señores,

Este editorial será una breve nota sobre dos importantes hitos para la Gran Logia de España – Grande Oriente Español que quiero compartir públicamente.

En noviembre se va a celebrar una importante reunión para nuestra augusta institución en la Ciudad de Estambul, en Turquía. La Gran Logia de Turquía celebrará la 10ª Conferencia Europea de Grandes Maestros de 2025 el 22 de noviembre de este año en dicha ciudad, bajo la invitación del Gran Maestro Remzi Sanver. Cada Gran Maestro asistente (o su representante designado) presentará el preceptivo Informe Anual. En nuestro caso, la Gran Logia de España – Grande Oriente Español estará representada por el Diputado Gran Maestro, Shaun Parsons Herrera, y por el Presidente de la Gran Comisión Constitucional, Javier Rivas.

El informe de la Gran Logia de España – Grande Oriente Español estará basado en la Reforma constitucional que hemos afrontado estos últimos años. Nos consta que las Grandes Logias esperan el informe con interés y desean conocer nuestras propuestas, tanto su contenido como la metodología empleada para su implantación, pues algunas de las aportaciones de la Reforma han causado un impacto inicial muy positivo. Las dos más significadas han sido la creación de la figura del Hermano Conciliador y la de la Gran Comisión Constitucional.

Mi impresión es que la presencia en cada ámbito de nuestra Orden de un Hermano Conciliador, y la necesidad de su informe preceptivo antes de presentar demandas masónicas, ha bajado el número de conflictos a los organismos de justicia de la Orden de manera muy significativa en los últimos meses, hasta el punto de encontrarnos en el momento histórico de menor número de pleitos abiertos entre Hermanos en la Obediencia. Como siempre he recalcado, la adopción de esta figura procede del mundo profano, al que también podemos mirar para aprender, y en el que abundan figuras y modos de mediación. Por su parte, la Gran Comisión Constitucional también contribuye a esta labor, pues por fin tenemos un órgano especialmente competente en la interpretación de nuestra Constitución y Estatutos, que lógicamente es capaz de resolver desde un principio cualesquiera circunstancias surgidas hasta ahora al albur de la interpretación de nuestros textos legales.

Deseo, con todos vosotros Hermanos, que esta visita a la Conferencia sea fructífera y exitosa. Espero que os rindamos cuenta de ello.

El segundo hito que para mí es obligado y muy emotivo contaros este mes es el levantamiento de columnas de la Logia Septem Fratres en Ceuta, la ciudad autónoma española localizada en el norte de África. La Logia se ha conseguido formar a partir de un triángulo, una figura retomada también a la par que la Reforma, y ha sido fundada por Hermanos que atesoran modélicamente entre las piedras de su templo la diversidad de la ciudad en que residen. Espero acudir a Ceuta a la Consagración de la Logia, en el que será uno de mis últimos viajes como Gran Maestro. ¿Por qué me resulta tan emocionante? Especialmente porque los Hermanos del Grande Oriente Español de Ceuta sufrieron una de las más brutales represiones del franquismo en 1936, y restituir la masonería en la ciudad era una deuda de obligado cumplimiento. Miembro prominente de la masonería en el llamado protectorado marroquí fue el Capitán de Marina Cristóbal de Lora Castañeda, cobardemente fusilado en Ceuta, en la vía pública, en agosto de 1936. Tuve la oportunidad de estudiar su figura gracias a los trabajos de una Logia de la que fui miembro, Redención. Prefiero dejaros con sus palabras, y, como comprenderéis, callar después:

 

“Es un lugar común conocido por todo observador de la naturaleza humana que los silencios de los hombres expresan con frecuencia mucho más que sus palabras. Las cosas que ellos no saben cómo expresar bien son la manera de ver los que cubren otras más profundas que no saben o no se atreven a manifestar por medio del lenguaje. En los momentos de silencio aparece a la superficie la verdadera naturaleza de los hombres y esto se percatan de sus almas más íntimas. Los hombres débiles e impuros sienten esto instintivamente; por eso temen la soledad, y tienen miedo de quedarse a solas con sus yoes, pues son incapaces de dominar a su naturaleza ruin. Le temen a la voz de su consciencia. y, por el contrario, los fuertes y los puros no temen al silencio sino que lo buscan, porque saben que en la soledad pueden acercarse a su Dios Interno. Quizás no exista una prueba tan cierta de la grandeza y de la fuerza interior como la de la capacidad de experimentar los largos periodos de silencio, y sacar provecho de ellos ya se hayan buscado deliberadamente, ya hayan sido provocados por la deserción de un amigo o de un amor, porque cuando esto ocurre las voluntades débiles y bajunas se agrian y retornan al vicio, mientras que las poderosas y puras acrecientan su templada fortaleza, así como la dulzura de su carácter”

 

MRH Txema Oleaga Zalvidea, GM de la GLE