Nació el 11 de junio de 1838 en Bilbao. En 1865 contrajo matrimonio con Trinidad Aburto Azaola, hermana del comerciante y minero bilbaíno Juan Aburto. La pareja tuvo tres hijos, aunque sólo el último de ellos, Isidoro, sobrevivió a sus padres.

Bernabé se inició en los negocios en 1870. En ese año constituyó la firma «Larrínaga y Compañía» cuyo objeto era el arrendamiento y explotación de un establecimiento de baños de mar en la vega de Lamiaco. La sociedad se disolvió a los 10 meses. También en 1870 llevó a cabo junto a otros socios la construcción de una plaza de piedra para dar «funciones de toros y otros espectáculos». La empresa se disolvió en 1883.

En 1882 se unió a Cosme Echevarrieta Lascurain para crear la «comunidad de bienes Echevarrieta y Larrínaga». A la altura de 1890, la Casa Echevarrieta y Larrínaga ya producía más de 145.000 toneladas de hierro de sus minas, lo que la situaba en el grupo de los pequeños empresarios mineros que se situaban en producción detrás de las grandes compañías como la Orconera y grandes empresarios como los Martínez Rivas, Ybarra y Chávarri. La casa Echevarrieta y Larrínaga tendrá su esplendor en el primer tercio del siglo XX, con Horacio Echevarrieta a la cabeza, fundador de Iberia e Iberdrola, entre otras empresas.

Bernabé Larrinaga entró en política en el período del Sexenio Democrático, donde desempeñó el cargo de concejal del consistorio bilbaíno en las alcaldías de Fidel Sagarminaga y Alejandro Rivero, entre los años 1872-1873, y el de alcalde una vez proclamada la I República española.

Nombrado alcalde el 17 de marzo de 1873, dimitió de su cargo el 29 de mayo de ese mismo año al haber sido elegido Diputado a las Cortes Constituyentes republicanas por el distrito de Durango. En las Cortes, su actividad parlamentaria pasó desapercibida.

Este período estuvo marcado por la crisis política en España, devenida por la insurrección independentista cubana, el inicio de la tercera Guerra Carlista y el colapso de la joven República, únicamente apoyada por los republicanos y aquejada del movimiento cantonalista.

Pero la corporación en que participó Larrínaga se centró en corregir el déficit debido a la guerra, en facilitar el acceso de la población al agua de manantiales cercanos, y en la aprobación de un reglamento de higiene. También habilitó los Jardines de El Arenal y el Campo Volantín.

En este contexto bélico en el País Vasco y Navarra, Larrínaga militó en el Batallón de auxiliares entre el 8 de enero de 1874 y el 31 de marzo de 1875, defendiendo Bilbao del asedio carlista.

Volvió a la política activa en la Restauración, ésta vez de la mano de la Unión Democrática de Bilbao, formación republicana auspiciada por su amigo Cosme Echevarrieta. En septiembre de 1880 fue elegido Diputado provincial por el distrito de Casas Consistoriales, donde logró 329 votos barriendo a todos sus oponentes por más de 200 votos de diferencia.

En Bilbao se fundó el 21 de junio de 1870 la logia Estrella del Norte nº 387, adscrita al G.O.N.E. La actividad que desarrolló esta logia en esta época fue escasa y no debió tener vida más allá del año 1873, y así lo reconocían sus propios miembros, que se quejaban de la imposibilidad de celebrar reuniones por la falta de asistencia de miembros:

 

“Resistiéndose el □ por la falta de asistencia de muchos hh.·. a las ten.·. ord.·. que celebra la L.·., se acordó en la celebrada el día 1º de Giar como una medida preventiva, que se remitiera una plan.·. a todos los hh.·. del cuadro, haciéndoles un llamamiento, para que, atendida la importancia de la mas.·. en este país, donde las personas libre pensadoras son tan escasas por cuya razón debe mostrarse una actividad continua e infatigable para su prop.·. os sirvierais acudir con alguna puntualidad, en cuanto legítimas y justas ocupaciones no os lo impidan a las ten.·. ord.·. que se celebran en el □, dirigiendoos a la vez un ruego sincero para que así lo hagais en pro de la institución tan grande a que pertenecemos, los que hemos tenido la gl.·. de ver la L.·. mas.·.”

 

En el cuadro lógico de Estrella del Norte aparecen conocidos republicanos bilbaínos, como el ya citado Cosme Echevarrieta, el Diputado a Cortes en 1905 Federico Solaegui, el conocido impresor y concejal Eduardo Delmas o el propio Bernabé Larrinaga. Éste poseía el grado 18º y su seudónimo era Churruca.

Ramón de la Sota Aburto dijo años después sobre Larrinaga: “Un tipo Don Bernabé muy extraordinario que era relojero amateur, tocaba el cornetín, era republicano, pescaba a caña y era secretario de la logia masónica de Bilbao”.

No nos consta su pertenencia a otras logias bilbaínas a tenor de la documentación que se guarda en el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca.

Bernabé falleció en Bilbao el 12 de octubre de 1892. Está inhumado en la Manzana D, nº 45 del cementerio de Vista Alegre de Bilbao.

 

Jon Penche

Doctor en Historia Contemporánea por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU)